24. JORGE VALBUENA, 31 de Diciembre de 1985.
miércoles
Gramática de los cielos
Mi
primera gramática fue de nubes. Mi abuelo veía barcos donde yo veía orugas. “Una nube puede ser muchas cosas –me
decía- quizá mi barco sea tu oruga, si la
nube echa alas el mío se convertirá en avión y la tuya en mariposa.” Así
coleccioné mis primeras lecturas. Algunas eran trágicas cuando terminaban
atravesadas por un relámpago (no siempre las nubes cuentan historias
inofensivas) otras me hacían reír hasta que caía la tarde.
Mi
abuelo siempre fue un gran lector, incluso cuando llegó a buscarlo la ceguera,
me advertía que no me confiara de lo que creía haber visto en las nubes si
quería llegar algún día a leer la noche. Yo no lo creía cierto, siempre pensé
que era una más de sus motivaciones para hacerme recordar nuestra costumbre;
hasta aquel atardecer que caminé con él bajo la lluvia. “No abras el paraguas –me dijo-
escucha lo que hemos escrito tantas veces, allá arriba, en nuestro idioma.”
Publicado por
RAYUELA
en
11:53
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