La danza de las horas en la oficina es eterna, el vientre del teléfono se agita entre la melodía de Jim Morrison, sus notas besan los peces en la fotografía inmóvil mientras aquí; en China o en Canadá salen por las manecillas gritos como palomas sueltas y en ese instante perdido en el tiempo dos enamorados se extrañan. Pero la razón vuelve como vuelve el amor después de tantas despedidas y el tic tac maltrata las entrañas, para recordarme que importa la moneda así esté dormida en una calle sucia y que la poesía triste cenicienta de la bolsa de valores, gime un poco con cada lector.
1. JOHANNA MARCELA ROZO. Pamplona, Norte de Santander 29 de mayo de 1985.
martes
GENTE EXTRAÑA
La danza de las horas en la oficina es eterna, el vientre del teléfono se agita entre la melodía de Jim Morrison, sus notas besan los peces en la fotografía inmóvil mientras aquí; en China o en Canadá salen por las manecillas gritos como palomas sueltas y en ese instante perdido en el tiempo dos enamorados se extrañan. Pero la razón vuelve como vuelve el amor después de tantas despedidas y el tic tac maltrata las entrañas, para recordarme que importa la moneda así esté dormida en una calle sucia y que la poesía triste cenicienta de la bolsa de valores, gime un poco con cada lector.
Publicado por
RAYUELA
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7:48
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2 comentarios:
Yo también pertenezco a esa gente extraña... Gracias
uy...
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