Turbado y encalambrado desde las piernas
crujen los vocablos irrisorios
mientras quebrantan el añejo de mis palabras,
la tinta se calienta en mis manos
y la migraña hace nudos mi cabeza,
los ojos se me tuercen
y mi consciente hace metástasis en los miserables;
es el trance anémico donde dejo al poeta
que parte la carne,
lo cuerdo
y la paranoia forja armonía.
Ya duermo con mis espantos
un pucho y un Jacinto en la mano,
ojeras de cafeína expuestas
gritan saetas febriles,
mis yagas ansiosas y baldías
mugen de bilis y fiebre.
Las pupilas se me crispan,
me ensordece la demencia,
la del poeta rastrero
inmolado en la gruta,
enroscado por el repudio de las paredes,
el existencial que mastica y escupe,
la criatura que no duerme
en mis entrañas
y encalambra mis piernas.
1 comentarios:
wilmiiiiiiiiiiiiiiiiiiii jajajajajjaja :'''')
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